sábado, 11 de agosto de 2007

Memorias de mis pinceladas grises

Se que es verano. El calor, la luz, los colores, todo deberías apuntar a un estado de alegría infinita.

Esta época del año en la que mi vida se va de vacaciones. Me siento un poco... desinflado. Ojala esto formara parte de una dieta y tuviera una figura cultural. Pero no es así.

Al principio, el señor Miga de pan me decía: "Oye, que van a ser un par de semanas". Pero a la segundo día sientes que falta algo. Sientes que algo que tenías en tu vida ya no está. Si oyes su voz, pero... ¿donde está?

A la semana la imaginas como algo lejano, ya que los días son meses. Tu cuerpo, tus manos, las pisadas de cada día la llaman y gritan la necesidad de estar a su lado.

Hoy me faltan 4 días para volver a verla. Pero algo dentro de mi se ha casando y esa barrera, ese algo en el que siempre me apoyo ha cambiado de color. El espejo en el que me miro todas las mañanas para decirme "hoy es tu día" ahora era transparente y este ocultaba cosas que en mi pasado las había teñido de gris.

Me prometí a mi mismo hace algo más de un año que en mi vida era yo quien debía ser feliz al lado de alguien a quien hacer feliz. Pero en ese espejo vi a todas y cada una de las personas a quien hacía feliz y sin buscar mi felicidad, cogí un bote de pintura gris. Bueno el resto lo sabe quien lo sepa.


Esas personas no las había olvidado, ya que de los errores del pasado elaboro y fortifico los pilares de la felicidad que vivo. Pero siempre que las recordaba lo iba haciendo una a una, recordándome lo bien que estaban o la prolongación de su vida sin mi. No quiero decir con esto que sea algo esencial en la vida de otras personas para que sean felices. Al revés. Me gusta ver que han encontrado esa verdadera felicidad que con todos, alguna vez en nuestra vida, se tropieza. Aunque... siempre quedaba la duda de una persona. El que es para mí, mi mayor pincelada.


Hoy, ese espejo transparente me ha mirado y el señor miga de pan y yo, hemos decidido que este era el día. Perdón.


me ha ayudado a Infringiendo toda ley de privacidad y con el ojo de lo que parecía un morboso cotilla, internetencontrarla. Sin palabras.


Cuatro meses. Cuatros meses hasta que la pintura se le fue de los ojos. Cuatro meses hasta que dejó de respirar de forma asistida. Cuatro meses llenos de un color que nadie se merece y mucho menos ella.

En su espacio, que donde he conseguido información, daba las gracias a todos lo que la han apoyado desde siempre y hacía participe el eslogan de su vida: ¿Juegas?
Explicaba la vida como un juego y hablaba de los colores que de nuevo volvía a ver. Mientras, en la zona superior derecha del mismo space, una serie de fotos en miniatura pasaban consecutivamente de forma aleatoria hasta que lo vi.


Hoy hay dos cosas que me han hecho muy feliz. La voz de la luz que alumbra mi vida y la sonrisa de esa persona al lado de su príncipe de brillante armadura.

Por estas dos alegrías doy gracias. Sintiendo que hoy, ese peso que se ocultaba tras el espejo, se transforma en un ave de bonito plumaje que hecha a volar.


Cuatro días. Te quiero mi amor.

1 comentario:

estrella dijo...

Eres un cielo y me alegro de que se te haya quitado ese peso de encima :)

Yo también te quiero. Y ahora nos queda mucho tiempo hasta que tengamos que volver a separarnos! Me encanta vivir cada cosa contigo ^^

:ooooooooooo