El día después.

¿Os acordáis de la primera vez que os llevaron al parque de atracciones ? Bueno me hubiera gustado poder decir, el primer día que os llevaron al zoo, pero el señor Miga de pan me ha recordado que casi todos los niños perdemos la virginidad del zoo llendo con el cole y eso ya no es lo mismo.

Como decía... esa noche no dormimos y por la mañana, somos los primeros en despertarnos. (Ya ves, ni que vinieran los Reyes Magos.) El día... bueno puede que sea el mejor de nuestra vida o puede que sea el día que más recordemos durante nuestra vida, hasta que te hacen tus primeras fotos borracho.

Para que sea el mejor día de tu vida, tan sólo te tienes que dejar llevar y no haber desayunado mucho.
Sin embargo, para acordate durante toda tu vida de ese día, sólo necesitas haber desayunado mucho o que lo haya tu compañero de delante.

En cualquier caso, esa noche llegas rendido a casa. Cenas por que tienes que cenar o porque has vomitado todo. Y sin decir hasta mañana (pero lavandonos los dientes), dormimos con gula, si es que se puedo o debe expresar así.

Vale, todo esto que he contado es para llegar al amanecer de un nuevo día. Cuando al recordar el día anterior (porque por muy malo o bueno que sea lo recuerdas) sonries sin saber muy bien porque.

Esta mañana me levando con esa sonrisa. El rumor del viento acariciaba mis labios que me recordaban al día maravilloso que viví. Un día en el que todo acompañaba nuestro paseo por Madrid.